- 04/09/2020
- Subido por: Consejo General de Dentistas
- Categoría: Hemeroteca
- El Consejo General de Dentistas ofrece unas sencillas recomendaciones para superar el miedo a ir a la clínica dental.
- Actualmente, las técnicas y tecnologías disponibles en Odontología permiten realizar cualquier tratamiento de forma indolora.
Madrid, 4 de septiembre de 2020. El inicio del curso escolar es un buen momento para acudir a una revisión odontológica, puesto que el cambio de rutina durante las vacaciones (alimentación, higiene bucodental) puede haber empeorado nuestra salud oral. Las visitas periódicas al dentista son esenciales para mantener la cavidad bucal en óptimas condiciones, sin embargo, muchas personas sienten miedo o ansiedad ante este profesional.
Según la última encuesta nacional, el 15% de los españoles sufre odontofobia, una alteración que suele estar provocada por experiencias previas en la clínica dental que no han sido satisfactorias -normalmente, durante la infancia-, aunque también puede ser un miedo irracional que no corresponde a ningún motivo. En este sentido, el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, manda un mensaje de tranquilidad y asegura que “las técnicas y tecnologías actuales permiten realizar los tratamientos odontológicos de una forma indolora, provocando, como mucho, una ligera molestia pasajera”.
Para superar o minimizar este miedo, el Consejo General de Dentistas recomienda seguir estas sencillas pautas:
-Visitar la clínica antes de la cita para el tratamiento. De esta forma, el paciente se familiarizará con el ambiente y podrá trasladar al personal de la clínica los aspectos que le provocan ansiedad.
-Pedir cita a primera hora. Además de estar más descansado, evitará la espera.
-No llegar antes de tiempo. Se recomienda al paciente llegar a la hora exacta de la cita para no tener que esperar, ya que podría aumentar su ansiedad.
-Que la toma de contacto sea suave. Para ganar confianza, lo ideal es que la primera cita sea para un tratamiento sencillo (limpieza, diagnóstico, radiografía) y dejar los tratamientos más complejos para más adelante.
-Pactar una señal para parar. Antes de empezar el tratamiento, es aconsejable que el paciente comente con el dentista su problema de ansiedad y establezcan una señal (levantar una mano, por ejemplo) para detener el tratamiento en el caso de que lo necesite.
-Escuchar música relajante. El paciente puede llevar sus propios auriculares para oír la música que desee y así relajarse durante el tratamiento.
-Posibilidad de sedación. En casos extremos se podría plantear la posibilidad de usar métodos de sedación, bien farmacológicos o a través de inhalación de óxido nitroso.