Restauración es una reconstrucción de una porción de diente, destruida, fracturada, desgastada o afectada  irreversiblemente por patología, previa terapéutica de la misma y preparación dentaria apropiada.

Según su amplitud o extensión, las restauraciones también se dividen en:

– Simples, cuando sólo interesan a una superficie.

– Compuestas, si afectan a dos superficies.

– Complejas, en el caso de extenderse por tres superficies.

– Grandes restauraciones, si afectan a cuatro o más superficies. 

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Una prótesis dental es un elemento artificial que sirve para restaurar la anatomía de uno o varios dientes, consiguiendo que el paciente recupere la funcionalidad y estética de su dentición.

Las prótesis dentales se fabrican de manera personalizada en materiales como el acrílico o la porcelana. La base de la prótesis dental imita al tejido natural de la encía, con una cuidadosa pigmentación conocida como polimetilmetacrilato, que previene la acumulación de bacterias.

El profesional protésico es el encargado de fabricar las prótesis bajo las indicaciones del dentista, no estando cualificado ni facultado legalmente para trabajar directamente en el paciente ni realizar labores asistenciales.

Objetivos de las prótesis dentales

La función de las prótesis dentales es rehabilitar la dentición en sus funciones fisiológicas, como la masticación y la deglución de los alimentos, así como evitar problemas de pronunciación.

Con la pérdida dentaria, los dientes adyacentes tienden a desplazarse, provocando problemas masticatorios, impidiendo una alimentación adecuada, dificultando la correcta higiene oral y haciendo, por tanto, que el paciente tenga un riesgo mayor de contraer enfermedades. Por este motivo, reemplazar los dientes que se han perdido es fundamental para mantener una correcta salud bucodental y general.

La recuperación de la estética dental es otro de los motivos por los que llevar a cabo este tratamiento.

Tipos de prótesis dentales

Existen diferentes tipos de prótesis dentales: las prótesis dentales completas, cuando reemplazan todos los dientes de una de las arcadas, o parciales, si solo sustituyen algunos dientes.

Prótesis fijas

Las prótesis fijas son aquellas que no pueden ser retiradas por el paciente, es decir, deberán ser extraídas por un dentista en el caso de que quieran ser desalojadas.

Dentro de las prótesis dentales fijas, se encuentra la siguiente clasificación de tipos de prótesis dentales:

Coronas o puentes fijos dentosoportados. Estas prótesis sirven para restaurar uno o varios dientes. Se colocan sobre los dientes previamente tallados, siendo ellos su único apoyo. Se fabrican tomando las impresiones del resto de los dientes para lograr que mimeticen en tamaño y color. Las coronas pueden ser de metal-cerámica o de zirconio. Estas últimas ofrecen diversas ventajas, como una mayor biocompatibilidad.

Prótesis fija sobre implantes. Las prótesis implanto-soportada constan de una estructura protética fijada mediante tornillos o cementadas en los implantes que se han colocado previamente dentro de los huesos maxilares. Se trata de un tratamiento de Odontología restauradora que se emplea para recuperar la funcionalidad y estética de toda la arcada.

Prótesis híbridas sobre implantes. Algunas prótesis combinan la fijación de los implantes con la superficie de la mucosa de la encía para ajustar la prótesis. Se aconsejan en pacientes con una reabsorción ósea considerable. Las prótesis híbridas se fabrican empleando materiales acrílicos. Para limpiarlas, el paciente debe acudir a la consulta odontológica, donde el dentista extraerá la prótesis para higienizarla y mantenerla en buen estado.

Prótesis removibles

Las prótesis dentales removibles son aquellas que pueden ser extraídas por el propio paciente. Son la opción más elegida por las personas con imposibilidad de someterse a la colocación de implantes dentales, ya que no cuentan con las condiciones apropiadas para ello.

Cuando se quieren recuperar todos los dientes, se opta por elegir prótesis completas removibles. Estas prótesis abarcan toda la cresta ósea, es decir, el hueso donde previamente se encontraban los dientes naturales. También son conocidas como “mucosoportadas”, ya que aseguran su sujeción gracias a la encía y a la propia composición de la prótesis.

Este tipo de prótesis dentales suelen realizarse a partir de un sistema llamado “inducción”, que hace que cuenten con una mayor resistencia.

Si el paciente dispone de un área oral desdentada, pero aún conserva algunos dientes de la arcada, se puede recurrir a la colocación de una prótesis parcial removible de resina, también conocidas como “mucodentosoportadas”. Se sujetan en la boca a través de la encía y de los dientes adyacentes mediante unos ganchos metálicos.

Cuando el paciente cuenta con varias zonas desdentadas en una arcada, las prótesis removibles esqueléticas son las más indicadas para solucionar su problema oral. Esta modalidad de prótesis dentales cuenta con una estructura hecha con diferentes aleaciones metálicas.  Para conseguir una mayor fijación sin necesidad de ganchos, se pueden utilizar conectores, macho y hembra. El conector macho se sitúa en la prótesis y el conector hembra en el diente que va a estar en contacto con la prótesis.

Cuidados de las prótesis dentales

Una vez que la prótesis sea colocada, el dentista dará unas instrucciones sobre su mantenimiento. Para aumentar la durabilidad de las prótesis dentales, es necesario realizar unos cuidados diarios y acudir a revisión odontológica de manera periódica.

Para el cuidado de las prótesis removibles es necesario lavar la prótesis y la cavidad oral después de cada comida, mediante el cepillado, el uso de un colutorio oral y la seda dental. La prótesis debe higienizarse con la ayuda de un cepillo especial para prótesis y una pasta dentífrica. Es importante utilizar comprimidos limpiadores a diario para higienizar la prótesis removible, ya que combaten la acción de los hongos y las bacterias y eliminan las manchas.

Por la noche, se recomienda extraer la prótesis para descansar de la presión que puede ejercer esta aparatología.  Los masajes en las encías ayudan a mejorar el riego sanguíneo.

La limpieza de las prótesis dentales fijas se realiza en las partes accesibles, con un cepillo dental y dentífrico fluorado. Entre los pónticos y la encía y en los espacios interdentales se empleará una seda dental especial o un cepillo interdentario. Se recomienda el uso de un irrigador bucal y un colutorio bajo prescripción de un profesional. La higiene oral adecuada debe mantenerse en el resto de los dientes, independientemente de los cuidados especiales para las prótesis dentales.

La implantología oral es el área de la Odontología que se encarga de la rehabilitación dental debida a la pérdida dentaria, con el objetivo principal de recuperar la estética y funcionalidad de la cavidad oral.

Los implantes dentales se colocan en el tejido óseo con la intención de sustituir los dientes perdidos. La mayoría de los implantes dentales están compuestos de titanio o de zirconio, ya que son materiales biocompatibles que se unen al hueso física y químicamente durante el proceso de osteointegración y, además, son resistentes y duraderos. Es muy importante que tras la colocación se lleven los cuidados de los implantes dentales pertinentes.

¿Cómo recuperar los dientes que se han perdido?

Según el caso particular de cada paciente, los procedimientos que existen para reemplazar los dientes perdidos son los siguientes:

  • Dientes artificiales fijos, que están ubicados sobre el propio implante y no pueden extraerse.
  • Prótesis dentales atornilladas en implantes, que solo pueden retirarse por el dentista si desea controlar o higienizar su estructura.
  • Prótesis dentales removibles, que se unen a los implantes dentales para aportar una mayor retención y estabilidad, pero pueden removerse si el paciente lo desea.
Composición de los implantes dentales

Un implante dental está compuesto por dos elementos que se fijan a la mandíbula del paciente por medio de una intervención quirúrgica: la prótesis y la corona. En determinadas ocasiones existe una pieza intermedia entre ambas estructuras.

Es esencial que el profesional explique detalladamente al paciente cuáles son las técnicas utilizadas en el tratamiento de implantes dentales y qué cuidados conlleva el postoperatorio.

Técnicas utilizadas para colocar un implante dental

Antes de colocar un implante, es fundamental conocer la forma, calidad y dimensiones del hueso donde se alojará. Por eso, la primera fase es la de diagnóstico y plan de tratamiento. En esta etapa, se evalúa el estado de la cavidad oral del paciente.

Para escoger con precisión el mejor tipo de implante, es necesario realizar pruebas radiológicas que informen detalladamente sobre el hueso disponible. En caso de que el paciente no tuviera soporte óseo suficiente para alojar el implante, se puede optar por una cirugía de regeneración ósea.

Una vez escogido el tipo de implante, la segunda fase consiste en el acto quirúrgico de colocación del implante bajo anestesia local. Una vez finalizada la intervención, se dispone una prótesis temporal mientras que transcurre el periodo de osteointegración, que puede durar de 3 a 6 meses dependiendo del caso y de la localización del implante. Para saber si el implante se ha integrado de forma estable y duradera en el hueso, el dentista realiza radiografías de control.

En la última etapa, llamada fase protésica, se toman impresiones para confeccionar el molde que permite realizar la prótesis a medida y se llevan a cabo varias pruebas de ajuste antes de la colocación final.

En caso de que el paciente haya perdido varios dientes, la rehabilitación se realiza con puentes soportados por implantes. El proceso es similar al anterior, a excepción de que el puente repone los dientes intermedios.

Cuidados de los implantes dentales

Si el paciente sigue correctamente las indicaciones del dentista, el postoperatorio no debe suponer complicación alguna. Para la colocación de la prótesis definitiva sobre el implante es necesario esperar unos meses, sin contar el periodo de cicatrización y la retirada de los puntos de sutura.

Los principales cuidados de los implantes dentales después de la intervención son los siguientes:

  • Si persiste el sangrado de la herida, se puede colocar una gasa seca en la zona, presionándola durante unos 20 minutos. Si la pérdida de sangre continúa, se sustituye por otra gasa limpia siguiendo el mismo procedimiento.
  • No ingerir alimentos hasta que el efecto de la anestesia haya desaparecido por completo, que suele ser entre 4 y 6 horas después de la intervención quirúrgica. Durante los primeros días, es conveniente seguir una dieta blanda con alimentos a temperatura ambiente.
  • De manera casi inmediata la zona del implante dental se inflama. Para reducir la molestia se puede aplicar frío desde el exterior de la cavidad oral y utilizar analgésicos o antiinflamatorios, siguiendo las indicaciones del dentista.
  • Evitar el tabaco y el alcohol, ya que éste es uno de los factores de riesgo más significativos que puede provocar el fracaso del implante dental.
  • Mantener una rutina de higiene oral estricta y adecuada, utilizando un cepillo ultrasuave quirúrgico. El día posterior a la intervención pueden hacerse enjuagues de forma suave con agua tibia y sal o con colutorios que contengan clorhexidina (bajo prescripción del dentista).
  • A la hora de dormir, mantener la cabeza a un nivel más elevado que el resto del cuerpo.
  • No realizar esfuerzos físicos durante la semana posterior a la cirugía.

La Ortodoncia es la especialidad odontológica encargada de corregir los dientes y huesos que se encuentran en posición incorrecta.

Además, la malposición dentaria puede generar otras molestias en el resto del cuerpo, como tensión en los músculos de la masticación, síndrome de ATM y dolores en el cuello, hombros y espalda, entre otros.

¿Cómo ayuda la ortodoncia a corregir la posición de los dientes?

El paciente puede encontrar diferentes tipos de ortodoncia y tratamientos ortodóncicos adaptados a sus necesidades individuales. Además de disfrutar de una boca sana, también aporta esteticidad y calidad de vida a quien los lleva, entre otras muchas ventajas.

¿Cómo saber si necesitas un tratamiento de ortodoncia?

La mejor forma para saber si tus dientes necesitan un tratamiento ortodóncico es acudir a una clínica dental y someterse a un diagnóstico por parte del experto en este campo, el ortodoncista.

A través de este estudio pueden obtenerse detalles fundamentales para el tratamiento, como la historia clínica y odontológica del paciente, un examen clínico, modelos en yeso de sus dientes, radiografías y fotografías. De acuerdo con los resultados, el ortodoncista desarrollará un plan de tratamiento adecuado a sus necesidades.

Problemas orales más frecuentes que soluciona la Ortodoncia

Apiñamiento dental

Ocurre cuando los dientes son demasiado grandes para acomodarse en el espacio que ofrecen los maxilares.

Espaciamiento o diastemas

Separaciones entre dientes como resultado de ausencias dentarias o de dientes que no ocupan todo el espacio.

Línea media desplazada

La línea imaginaria que divide en el centro a los dientes anteriores superiores no se alinea con la de los dientes inferiores.

Mordida abierta

Se trata del espacio que se produce entre las superficies de mordida de los dientes anteriores cuando de algún lado el resto están cerrados.

Mordida cruzada

Al morder, los dientes inferiores ocluyen por delante de los superiores.

Sobremordida

Este problema ocurre cuando los dientes anteriores superiores cubren casi por completo las coronas de los dientes inferiores.

¿Cómo funciona la ortodoncia?

No siempre conocemos toda la información sobre los tipos de ortodoncia que hay actualmente en el mercado. Por eso, resulta muy interesante informarnos antes de acudir al dentista para solicitar aquel tipo de ortodoncia que mejor se adapte a nuestras necesidades. No obstante, será el dentista quien determine, de entre los diferentes tipos de ortodoncia existentes, cual es el idóneo para nuestro problema.

Como tratamientos ortodóncicos, se utilizan diversos tipos de aparatos, ya sean fijos o removibles. En la mayoría de los casos, estos aparatos funcionan aplicando una presión suave sobre los dientes y los huesos.

Aparatos fijos

Aparatos fijos especiales

Pueden utilizarse para controlar las consecuencias de la succión del pulgar o del empuje de la lengua contra los dientes. Esos aparatos se sujetan a la dentición mediante las bandas.

Ortodoncia

Consiste en un conjunto de bandas, alambres y brackets. Las bandas se fijan alrededor de los dientes y se utilizan como anclaje del aparato, cementando los brackets en el diente. Por otro lado, los alambres del arco se pasan a través de los brackets y se atan en las bandas, de forma que se va ejerciendo presión sobre el diente y se van moviendo gradualmente a la posición correcta.

Hoy día, los brackets son más pequeños, ligeros y con menor cantidad de metal que en el pasado.

Retenedores de espacios fijos

Si un niño pierde un diente prematuramente, se utiliza un mantenedor para mantener el espacio abierto hasta que erupcione la dentición permanente. Para ello, se coloca una banda en el diente contiguo al espacio vacío y se extiende un alambre desde el diente hasta el otro extremo del espacio.

Aparatos removibles

Alineadores

Se trata de una alternativa a la ortodoncia tradicional para adultos, pero sin alambres metálicos ni brackets. Son aparentemente invisibles y deben retirarse para comer y realizar la higiene oral diaria.

Aparatos de reposicionamiento de la mandíbula

También se conocen como entablillados. Su función principal consiste en entrenar a la mandíbula para cerrarse en una posición más favorable y corregir la patología de la articulación temporomandibular (ATM).

Expansor de paladar

Su función principal es la de ampliar el arco del maxilar superior. Existen diferentes tipos, que se apoyan por medio de tornillos, forzando la unión de los huesos del paladar para ensanchar poco a poco el área del paladar.

Retenedores de espacios removibles

Tienen la misma función que los fijos, pero se diseñan con una base acrílica que se adapta al hueso.

Retenedores removibles

Evita que los dientes vuelvan a su posición original y suele colocarse en el techo de la cavidad oral.

La Estética Dental es la rama de la Odontología encargada de conseguir la armonía estética de la cavidad oral, poniendo solución a las siguientes afecciones dentales, entre otras:

– Asimetría dental.

– Cambio de coloración.

– Separación entre los dientes anteriores (diastemas).

– Fracturas dentales.

De esta manera, para corregir este tipo de problemas bucodentales, existen distintos tratamientos de Estética Dental adaptados a cada caso:

– Blanqueamiento dental.

– Carillas estéticas.

– Otros tratamientos restauradores.

Gracias a estos procedimientos es más sencillo alcanzar una estética dental óptima.  Algunos de ellos pueden realizarse en una sesión única, obteniendo excelentes resultados.

Por otra parte, la estética dental asegura un mantenimiento apropiado de la salud oral a lo largo de la vida, además de una higiene bucodental adecuada. Por eso, adquirir una rutina correcta es fundamental desde la infancia. Estos dos factores unidos a las revisiones periódicas con el dentista conseguirán que la cavidad oral en buen estado.

Cada vez son más las personas que buscan tratamientos de estética dental que les ayuden a mejorar no solo su salud oral, sino también el aspecto de sus dientes.

¿Qué es el blanqueamiento dental?

Este tratamiento de Estética Dental se encarga de proporcionar una tonalidad más blanca y uniforme al esmalte por medio de agentes químicos.

Su objetivo principal es el de eliminar las manchas externas de los dientes que han aparecido por el consumo de tabaco o por ingerir alimentos y bebidas que pueden teñir los dientes, como las bebidas carbonatadas o el café. Además, este problema suele agravarse si no se realiza una rutina de higiene oral adecuada.

El blanqueamiento dental consiste en el uso de agentes blanqueadores, que por lo general suelen ser peróxido de carbamida y peróxido de hidrógeno. Estos componentes se encuentran concentrados en el gel que se aplica durante el tratamiento, haciendo que penetre a través de los poros del esmalte y llegue a la dentina.

Posteriormente, provocan la descomposición de los compuestos orgánicos en partículas que aclaran el color de los dientes.

¿Qué son las carillas estéticas dentales?

Las carillas estéticas dentales (o venners) son otro de los tratamientos de Estética Dental más demandados. En este caso, mediante ciertos componentes como la porcelana, se fabrican pequeñas láminas de un grosor de entre 0,8 y 1,5 milímetros que se colocan sobre la superficie de la cara externa de la dentición, camuflando el diente natural.

De esta manera, se proporciona un aspecto más estético a la cavidad oral y se restaura la parte frontal de los dientes para solucionar problemas referentes a la coloración dental, alteración en la forma o disposición de los dientes e incluso cerrar la separación de estos, una afección conocida como diastema.

Las carillas dentales se adhieren a los dientes gracias a un cemento adhesivo especial que permite la fijación duradera.

Además, se suelen utilizar coronas o fundas de porcelana o metal para recubrir el diente al completo. En cuanto a materiales, hoy día también es habitual el uso de zirconio, debido a su gran dureza, resistencia y estética.

¿En cuántas visitas suele realizarse un tratamiento de carillas estéticas y cuánto suelen durar?

Ahora que ya sabes qué son las carillas dentales, es interesante que conozcas que este tratamiento se ha de realizar en más de una visita a la consulta odontológica y no es permanente. Por lo general, en el tratamiento de carillas estéticas, durante la primera visita se suele informar y estudiar el caso individual de cada paciente, realizando un diagnóstico para determinar el mejor tipo de tratamiento. Posteriormente, se muestran las diversas tonalidades y resultados al paciente, para que pueda observar cómo sería el efecto final del tratamiento.

En la segunda visita se preparan los dientes para colocar las carillas, tomando medidas, fotos y moldes para que queden de la mejor manera posible.

Finalmente, se colocan las carillas con una resina, de manera que el paciente no pierda la funcionalidad de su cavidad oral. Sean de composite o de porcelana, las carillas estéticas conseguirán corregir cualquier tipo de defecto en el color, tamaño y forma del diente.

En cuanto a la duración de las carillas, las de porcelana son las más resistentes, que suelen durar entre 10 y 15 años. En el caso de las de composite, se mantienen entre 5 y 10 años. Además, la durabilidad también dependerá de la calidad del tratamiento de estética dental y de los cuidados posteriores del propio paciente.

¿Qué es el blanqueamiento dental?

El blanqueamiento dental es un tratamiento de odontología estética que tiene por objetivo eliminar las manchas dentales y hacer que la dentición adquiera una tonalidad más blanca y brillante. La actual popularidad de la estética ha convertido a este procedimiento odontológico en uno de los más solicitados de los últimos años.

Es de especial importancia que los dentistas estén capacitados para el manejo de los agentes blanqueadores, siguiendo un protocolo adecuado de diagnóstico, planificación del procedimiento y mantenimiento de los resultados. Por ello, es vital que el profesional conozca a fondo tanto las indicaciones como las contraindicaciones de las técnicas de blanqueamiento dental para poder transmitírselas a los pacientes.

Por otro lado, la población debe concebir este tratamiento como un proceso médico que ha de ser realizado bajo la supervisión de un dentista, y únicamente realizado en la clínica dental.

Causas del oscurecimiento de los dientes

Seguir una inadecuada higiene oral y el consumo de ciertos productos pueden provocar alteraciones en la tinción dental. Existen distintos tipos de manchas dentales que podemos clasificar como manchas intrínsecas o endógenas y manchas extrínsecas o exógenas.

Dentro de las manchas intrínsecas o endógenas se encuentran aquellas que afectan a los dientes en su fase de formación, antes de que erupcionen en la cavidad oral, causadas por el consumo de determinados medicamentos como tetraciclinas, por hipoplasias de esmalte, deficiencia vitamínica o fluorosis. También se clasifican en este grupo aquellas manchas que aparecen tras la erupción dental, producidas por golpes, fracturas o debido al paso del tiempo por envejecimiento de la dentición, que adquiere una tonalidad más oscura.

Las manchas extrínsecas o exógenas se producen por el contacto de los dientes con agentes pigmentadores, presentes en determinados alimentos, bebidas como el vino, el té y el café, y otros productos, como el tabaco. Estas manchas también pueden producirse tras el uso prolongado de determinados colutorios orales y pastas dentífricas a base de Clorhexidina. 

Tipos de blanqueamiento dental

La clasificación del blanqueamiento dental depende del diente al que se le aplica el procedimiento.


Blanqueamiento en dientes vitales

Este tipo de blanqueamiento puede ser de dos tipos diferentes:

– Blanqueamiento dental realizado en la consulta odontológica. Se lleva a cabo en la clínica dental mediante la aplicación de un agente blanqueador a base de peróxido de hidrógeno al 35%, pudiendo ser este activado por una fuente de luz. Es necesario realizar previamente una profilaxis adecuada y revisar que la cavidad oral está sana. Tras este paso, se aísla la zona a tratar, de manera que se evite el contacto del agente blanqueador con los tejidos periodontales y posteriormente se añade el agente blanqueador. Es imprescindible seguir las indicaciones del fabricante del sistema blanqueador para que los resultados sean satisfactorios.

Se trata del método muy eficaz, ya que se maneja una alta concentración del componente blanqueante bajo el control de un dentista.

– Blanqueamiento ambulatorio con la supervisión de un dentista. En este tipo de blanqueamiento la concentración de perióxido de carbamina es del 10%. Este método se realiza en el domicilio del paciente, bajo las indicaciones del dentista. Del mismo modo que en el blanqueamiento anterior, es necesario realizar antes del tratamiento una profilaxis y una revisión oral. Se elabora una férula a medida para el paciente en la que se aplicará el agente blanqueador, con el fin de evitar cualquier posible contacto con los tejidos periodontales.


Blanqueamiento en dientes no vitales

El motivo de la decoloración en dientes no vitales suele deberse a la presencia de productos hemáticos o bacterianos dentro de los conductos (necrosis pulpar). Este tipo de blanqueamiento se realiza en la consulta dental y consiste en la eliminación de todos los agentes decolorantes y tejido necrótico existente de la cámara pulpar en dientes endodonciados.

Existen dos métodos para blanquear dientes no vitales.

– Técnica inmediata. Consiste en activar la mezcla de perborato de sodio con peróxido de hidrógeno al 35% a través de un instrumento caliente. El resultado obtenido se observa al instante.

– Técnica ambulatoria. Se aplica la mezcla realizada con perborato de sodio (Amosan en polvo) y peróxido de hidrógeno al 35% (Superoxol), se lleva a la cavidad de la cámara pulpar y se coloca una obturación temporal en la superficie. Se trata de un proceso más prolongado.

También se puede llevar a cabo una combinación de ambas técnicas.

Riesgos del blanqueamiento dental

Sin embargo, además de conocer qué es el blanqueamiento dental, debemos saber que este tratamiento no está exento de riesgos. El blanqueamiento dental es un tratamiento que, a pesar de obtener generalmente resultados satisfactorios, conlleva una serie de riesgos. Es obligación del dentista informar sobre ellos para que sean considerados previamente a la realización del blanqueamiento dental.

Entre los posibles riesgos del blanqueamiento dental se encuentran las reabsorciones cervicales, la sensibilidad gingival y la sensibilidad dentaria post-operatoria.

Para reducir potencialmente los efectos adversos, es necesario cumplir con las medidas de seguridad biológicas necesarias, utilizando las concentraciones apropiadas según cada técnica y siguiendo los tiempos de exposición adecuados.

Blanqueadores dentales de venta libre

Según la legislación vigente, los productos blanqueantes con una concentración de peróxido de carbamida superior al 0,3% o con más del 0,1% de peróxido de hidrógeno, únicamente pueden ser distribuidos por dentistas. Realizar un blanqueamiento dental sin supervisión médica conlleva graves riesgos para la salud.

Actualmente, la Directiva Europea 76/768/ECC considera los productos blanqueantes con concentraciones de peróxido de hidrógeno de entre el 0,1% y el 6% cosméticos inocuos, por lo que pueden adquirirse libremente sin control médico. Sin embargo, estos pueden tener efectos secundarios para la salud. La Comisión Europea, CED y el Consejo General de Dentistas de España defienden que estos productos deben ser empleados bajo las indicaciones de un dentista.

En cuanto a los productos con concentraciones inferiores al 0,1% de peróxido de hidrógeno, estos sí son inocuos para la salud, por lo que su libre distribución no presenta riesgos, si bien su eficacia es prácticamente nula.

El Consejo General de Dentistas de España recomienda a los pacientes que exijan a los establecimientos el tipo de activo blanqueante y los detalles de concentración de los productos que adquieran, con el fin de comprobar en la Subdirección General de Productos Sanitarios o los Colegios Profesionales de Dentistas si el producto que han comprado está autorizado en España.

Las técnicas de cirugía periapical tienen como finalidad la limpieza quirúrgica del ápice dentario (extremo de la raíz) y la eliminación de cualquier tipo de tejido de origen infeccioso y/o inflamatorio crónico presente en la zona, para procurar su curación por medio de tejidos sanos y cicatriciales.

La existencia de estos tejidos inflamatorios o quísticos crónicos no implica que la endodoncia previa, en caso de existir, esté defectuosamente realizada, ya que pueden tener naturaleza residual de la patología previa a la endodoncia, o deberse a anormalidades anatómicas en el sistema de conductos de la raíz (que puede ser tortuosos, múltiples e ininstrumentables), o tener naturaleza quística (que requiere extirpación quirúrgica).

Naturaleza del tratamiento

Básicamente la técnica quirúrgica de cirugía periapical consta de los siguientes pasos:

– Anestesia.

– Incisión y despegamiento de la encía.

– Apertura de una ventana en el hueso, para acceder a la punta de la raíz dentaria afectada.

– Exploración de la zona, sección y extirpación del ápice de la raíz ( apicectomía ), legrado quirúrgico y eliminación de los tejidos inflamatorios de la oquedad.

– Sellado del conducto o conductos radicular(es) en la superficie cortada de la raíz ( obturación “a retro”).

– Eventualmente, relleno de la cavidad ósea con materiales naturales o aloplásticos apropiados.

– Reposición y sutura de la encía.

En ocasiones se requiere, además, la re-endodoncia o retratamiento de la conductoterapia del diente afectado.

Cuando a juicio del profesional el tejido inflamatorio presente sea llamativo por su cantidad o calidad, se enviará para análisis histológico y descartar otras patologías.

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Concepto de Endodoncia

Como explica la Asociación Española de Endodoncia, la Endodoncia es la rama de la Odontología que trata de la morfología, fisiología y patología de la pulpa dental y de los tejidos alrededor de la raíz.

Dentro del diente, debajo del esmalte (la parte visible del diente) y la dentina, hay un tejido blando llamado pulpa. La pulpa contiene vasos sanguíneos, nervios y tejido conectivo que alimenta al diente durante su formación.

La pulpa es importante durante el crecimiento y formación del diente. Sin embargo, cuando el diente haya madurado completamente, puede sobrevivir sin la pulpa.

La alteración de la salud de la pulpa del diente puede ser debida a diferentes causas, como por ejemplo, las lesiones profundas de caries o los traumatismos dentales.

Los tratamientos endodónticos son procedimientos que tratan el interior del diente o buscan preservar su salud e integridad, con la finalidad de mantener la dentición natural, el hueso y la encía que la rodea, así como su funcionalidad. Ayuda a conservar una sonrisa natural, comer con comodidad y a que, con un adecuado cuidado, el diente pueda durar como el resto de la dentición.

La Endodoncia se ocupa de prevenir las infecciones dentales, de su curación y de regenerar el propio hueso perdido alrededor del diente como consecuencia de la patología dental como ninguna otra especialidad bucodental. La Endodoncia se basa en la evidencia científica con el objetivo de salvar el diente y mantener los tejidos que lo rodean, ya sea la encía o el hueso.

Cuando un diente presenta una infección severa y requiere tratamiento endodóntico, ese tratamiento está diseñado para eliminar las bacterias de los conductos del diente, prevenir su reinfección y salvar el diente natural.


¿Cuándo se necesita un tratamiento endodóntico?

El tratamiento endodóntico es necesario cuando la pulpa dental se inflama o se infecta. Esto puede ocurrir por varias causas: caries profunda, traumatismos o fracturas en el diente y por otros procesos patológicos que puedan afectar al diente. Si no se trata la inflamación o la infección de la pulpa, puede presentarse dolor intermitente o constante y, a veces, puede aparecer un flemón (con hinchazón de la encía de la mucosa oral) o una fístula (con supuración).

Señales de una pulpa dañada incluyen: dolor, sensibilidad prolongada al frío o al calor, cambios de color, e hinchazón y molestia en las encías de alrededor del diente. A veces, no hay síntomas.

También podría estar aconsejado el tratamiento endodóntico en dientes que requieran tallados para la posterior colocación de coronas o puentes fijos.

¿Cómo se realiza un tratamiento endodóntico?  

Primero se realiza el examen clínico y radiográfico. A continuación , se administra anestesia local. Luego se coloca un dique de goma para mantener el diente aislado, limpio y sin contacto con la saliva durante el procedimiento.

Seguidamente, se hace una apertura en la corona del diente para acceder a los conductos donde se encuentra la pulpa. Se usan unos instrumentos y una solución irrigadora desinfectante para limpiar la pulpa de los conductos radiculares. Después, estos se rellenan con un material biocompatible, generalmente gutapercha con un cemento, para asegurar un sellado completo de los conductos. Para finalizar se coloca una restauración temporal o definitiva (“empaste” o reconstrucción de la apertura realizada y de la porción de la corona que pudiera necesitarla).

¿Cuántas sesiones son necesarias para realizar un tratamiento endodóntico?

En la mayoría de los casos los tratamientos pulpares pueden realizarse en una sola sesión, si bien en algunas ocasiones dependiendo de la situación clínica, la dificultad técnica del caso, la experiencia del profesional u otros parámetros, pueden hacer necesarias dos o más sesiones, siempre a juicio del/ de la profesional que lo realiza.

¿Es doloroso un tratamiento endodóntico?

Estos tratamientos suelen ser prácticamente indoloros, ya que a día de hoy se utilizan anestésicos locales muy eficaces y de larga duración.

Durante los primeros días después del tratamiento podrá notar sensibilidad o molestia en el diente, debido a la inflamación postoperatoria de los tejidos que rodean al diente. En estos casos su doctor/-a, le recetará la medicación adecuada. 


¿Se puede realizar un tratamiento endodóntico habiendo un flemón?

No sólo se puede sino que, en la mayoría de las ocasiones, es el tratamiento idóneo para resolver este problema. Un flemón se produce por la existencia de un proceso infeccioso en los tejidos que rodean el diente, muchas veces debido a una enfermedad de la pulpa. Con el tratamiento se elimina la pulpa que está enferma de manera irreversible y se consigue la desinfección de los conductos del diente. 

Después de un tratamiento endodóntico, ¿el diente necesita algún cuidado especial?

Se debe intentar no masticar o morder con el diente tratado hasta se realice la restauración definitiva del diente (“empaste” o reconstrucción).

Es fundamental no demorar en exceso la restauración de los dientes tras el tratamiento de conductos para evitar cualquier complicación o fractura de los mismos.

Es importante que acuda a su dentista periódicamente (al menos, una revisión anual) para evitar la aparición de caries u otros factores que pudieran influir en el pronóstico del diente tratado. El cual, se comportará igual que los demás tanto en su función como en su duración, requiriendo los mismos cuidados de higiene, prevención y revisiones periódicas que cualquier otro diente. 


¿Son más frágiles los dientes tras un tratamiento endodóntico?

Después de una terapéutica de este tipo, el diente tratado y correctamente restaurado no es más frágil. En los casos de dientes posteriores (premolares y molares), puede ser conveniente proteger la corona del diente (la parte visible, que sobresale de la encía) mediante reconstrucciones adecuadas, para una mayor durabilidad de los mismos.


¿Qué causa que un diente necesite tratamiento adicional después de un tratamiento de endodóntico?

La mayoría de los dientes tratados duran tanto como los otros dientes. En pocos casos, un diente que ha sido sometido a un tratamiento endodóntico no se cura o el dolor continúa. En otras ocasiones, el diente puede doler o enfermarse meses o hasta años después de un tratamiento. Ante estas situaciones, puede ser necesario repetir el tratamiento endodóntico (reendodoncia) o realizar un tratamiento quirúrgico periapical (en el extremo de la raíz del diente).


¿Existe alguna alternativa al tratamiento endodóntico?

La prioridad debe ser la de intentar que se mantengan los dientes naturales. Cuando no es posible, la alternativa es la extracción dentaria y su sustitución por un implante con la correspondiente rehabilitación protética. Las únicas contraindicaciones para no mantener un diente en la boca por medio de un tratamiento endodóntico son: la presencia de una fractura insalvable del diente, imposibilidad de ser restaurado o de acceder a los conductos radiculares (por calcificaciones o variaciones anatómicas), que exista una proporción desfavorable entre la corona y la raíz, o que el diente no tenga un soporte de hueso adecuado.

La cirugía oral y maxilofacial se ocupa del tratamiento de las patologías de la boca, la cara y el cuello, así como las estructuras craneofaciales relacionadas.

Existe una gran diversidad patológica a este nivel regional, por lo que la cirugía oral y maxilofacial aúna la afección infeccioso-inflamatoria, traumática, tumoral y malformativa congénita o adquirida.

Técnicas quirúrgicas en cirugía oral y maxilofacial

Cirugía reconstructiva: es aquella dedicada a la restauración anatómica de la estructura ósea y la reconstrucción de los tejidos blandos. El objetivo es que la zona intervenida recupere su estructura normal. Un ejemplo muy común es la rehabilitación dentaria con implantes.

Cirugía plástica: el tratamiento más habitual es el de corregir malformaciones faciales. También abarca otros procedimientos como tratamientos relacionados con la piel o implantes faciales.

Cirugía regenerativa: aúna aquellos procedimientos de regeneración de tejidos y tratamientos con células madre.El área periodontal es una de las más tratadas.

Tipos de intervenciones de cirugía oral y maxilofacial

El campo de la cirugía oral y maxilofacial comprende:

Cirugía y medicina oral

Intervenciones que se realizan dentro de la cavidad oral. Incluye la exodoncia quirúrgica de los cordales y otros dientes, también la cirugía periapical, exéresis de quistes y tumores benignos de los maxilares, cirugía preprotésica, colocación de implantes dentales, plastias de frenillos y cirugía mucogingival. Este tipo de cirugía se realiza en régimen ambulatorio y bajo anestesia local.

Traumatismos faciales

Los golpes o traumatismos que suceden en la cara suelen tener algunas características especiales diferentes a aquellos que se producen en otras zonas del cuerpo. El motivo es que pueden provocar alteraciones, tanto desde el punto de vista funcional como estético, como problemas de visión, respiración o masticación.

Tumores en la boca, cara o cuello.

La cirugía de tumores orales representa una de las áreas más importantes de la especialidad, debido a la complejidad de las intervenciones y su repercusión en la vida del paciente.

Junto con otros especialistas quirúrgicos, el cirujano maxilofacial es una importante figura médica en el abordaje de la patología tumoral.

Alteraciones faciales

Esta cirugía oral es también conocida como cirugía ortognática. Se trata del conjunto de procedimientos quirúrgicos que tienen el fin de corregir alteraciones en la forma, posición o tamaño de los elementos de la cara del paciente para conseguir armonía facial. Las deformidades dentofaciales pueden ser congénitas, surgir en la fase de crecimiento de las personas o ser consecuencia de algún traumatismo.

Patología de las glándulas salivares

La cirugía maxilofacial se ocupa de manera frecuente de tratar aquellas patologías tumorales o inflamatorias de las glándulas salivares.

Patología de la articulación temporomandibular

El síndrome de la disfunción temporomandibular provoca dolor y limitaciones en la dinámica mandibular. Además, la articulación temporomandibular (ATM) puede verse afectada por algunas enfermedades degenerativas o traumatismos.

Existen múltiples tratamientos para tratar problemas en la ATM y su musculatura asociada, entre los que se incluye la cirugía.

Cirugía estética facial

La cirugía maxilofacial interviene en el campo de la cirugía estética de la cara, junto con otras especialidades: cirugía plástica, dermatología, oftalmología y otorrinolaringología.

Pruebas diagnósticas en cirugía oral y maxilofacial

En la planificación de la intervención quirúrgica es necesario llevar a cabo una serie de pruebas diagnósticas con el fin de obtener una visión completa de las necesidades y características del paciente.

Radiología general. Las radiografías son pruebas esenciales para el diagnóstico de distintos tipos de lesiones óseas faciales, como malformaciones o maloclusiones.

Biopsias. Estas pruebas pueden ser necesarias en para dictaminar si las  lesiones de la mucosa oral obedecen a un proceso tumoral. 

Ortopantomografía. Se trata de una radiografía panorámica de los dos maxilares con el fin de disponer de una imagen completa de los mismos en una sola placa. Con esta impresión se puede analizar la posición de los dientes con una mayor precisión para planificar el procedimiento quirúrgico.

Resonancia magnética. Muy útil en el tratamiento de la articulación temporomandibular, ya que permite poder visualizar plenamente el disco articular.

Estudio 3D. Se emplea para obtener una imagen tridimensional de la zona sobre la que hay que intervenir quirúrgicamente para una mejor planificación del proceso.

Un tratamiento de exodoncia conlleva la extracción dentaria de una o más piezas dentales.

Consecuencias importantes que el tratamiento origina con seguridad

– La exodoncia o extracción dentaria conlleva la pérdida definitiva e irreversible del diente.

– Secundariamente, el hueso donde se anclaba un diente extraído va perdiendo altura y anchura (atrofia ósea alveolar). Esta pérdida es más rápida durante los 3 primeros meses, pero prosigue lentamente durante toda la vida, por lo que con el paso de los años pueden surgir dificultades para la reposición protética.

Finalidad

– Extirpar un diente que es irrecuperable desde el punto de vista odontológico, o es perjudicial para la salud del aparato masticador.

– En el caso de los dientes incluidos , como genéricamente se denominan a los dientes que no han erupcionado y han quedado anclados en el interior del hueso (algo frecuente en los cordales o muelas del juicio, menos frecuente en los caninos superiores y excepcional en otros dientes) la extracción puede estar justificada por infecciones frecuentes en la zona ( pericoronaritis ), por dolor irradiado hacia la oreja o la cabeza, por aparición de áreas de alopecia («pelada»), por caries en las raíces de algún diente adyacente, por apiñamiento de los dientes, por debilitamiento peligroso de la mandíbula (con riesgo de fractura ante traumatismos menores), etc.

Naturaleza del tratamiento

– En primer lugar, se pone la anestesia.

– Después, se corta o rompe la unión del diente con el hueso (llamada ligamento periodontal o desmodonto mediante algún instrumental apropiado ( forceps, elevador o botador, bisturí , etc.), y una vez suelto ( luxado ), se retira de la cavidad ósea donde se alojaba ( alvéolo ).

– Posteriormente se aproximan los bordes de la herida entre sí mediante compresión de las paredes del alveolo ( alveolotripsia ), para facilitar la coagulación y cicatrización, que se ayuda mordiendo sobre un apósito estéril durante unos minutos. Si hay desgarro de la encía o si ésta da de sí lo suficiente, se puede suturar («coser»).

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¿Qué es la enfermedad periodontal?

La periodoncia es el área de la Odontología que se encarga del estudio, prevención y tratamiento de aquellas patologías que afectan a los tejidos que protegen, rodean y sujetan los dientes: encía, hueso alveolar, ligamento periodontal y cemento radicular.

Las lesiones periodontales se producen por la acumulación de bacterias, que ocasionan alteraciones del periodonto. Si no son tratadas, estas dolencias avanzan progresivamente, pudiendo provocar la caída de los dientes y diversas afecciones en nuestro organismo.

Enfermedad periodontal

La enfermedad periodontal es una patología crónica, que abarca brotes con una sintomatología mínima y puede conducir a la pérdida de soporte de sujeción de los dientes, es decir, a la destrucción de las encías y el hueso que sujeta los dientes.

Una mejor formación odontológica en el ámbito de la prevención, así como una mayor concienciación y educación de la sociedad sobre lo que es la enfermedad periodontal y las medidas básicas de higiene oral se consideran esenciales para prevenir las patologías periodontales y frenar el creciente problema que suponen estas enfermedades.

Existen dos tipos de enfermedades periodontales.

Gingivitis. Se trata de la fase inicial de la enfermedad periodontal, que se produce por la acumulación de placa bacteriana. La placa está compuesta por bacterias y residuos que se adhieren a los dientes. De no ser eliminada correctamente, se transforma en sarro, que irrita e inflama las encías. Los síntomas más frecuentes son el enrojecimiento de la zona y el sangrado de las encías. La gingivitis es una afección reversible, pero si no es tratada adecuadamente, podría avanzar y convertirse en periodontitis.

Periodontitis. Es una enfermedad periodontal grave e irreversible, que afecta a entre un 15% y un 20% de los adultos de entre 35 y 44 años, según la Organización Mundial de la Salud. Esta patología, a diferencia de la gingivitis, se caracteriza por la pérdida estructural del aparato de inserción. La periodontitis es el motivo principal de la caída dental en los adultos. Este trastorno no es común en los niños, pero su presencia se incrementa durante la adolescencia.

Relación entre la enfermedad periodontal y las enfermedades sistémicas

Múltiples estudios han revelado la asociación existente entre enfermedad periodontal y alteraciones cardiovasculares. Algunas de las dolencias con las que se relaciona la enfermedad periodontal y el sistema cardiovascular (SCV) son: endocarditis bacteriana, infarto del miocardio, cardiopatía isquémica, trombosis, insuficiencia coronaria y venas varicosas.

Se ha planteado que los microorganismos de la enfermedad periodontal provocan la inflamación del endocardio cuando pasan al torrente sanguíneo y se alojan en válvulas anómalas del corazón y en tejidos cardíacos previamente dañados.

La relación entre la enfermedad periodontal y las afecciones respiratorias se establece cuando se ha producido un fallo en los mecanismos de defensa.  

Las enfermedades más frecuentemente relacionadas son: neumonía bacteriana, bronquitis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y abscesos pulmonares.

La aspiración de bacterias se produce cuando bacterias gramnegativas de las bolsas periodontales penetran y se extienden por el tracto respiratorio bajo hasta llegar al pulmón.

La diabetes mellitus es otra de las enfermedades relacionadas con las dolencias periodontales, existiendo una relación directa entre ambas, ya que guardan actores genéticos, y alteraciones microbiológicas e inmunológicas en común. La principal evidencia es que la glucemia se estabiliza después del tratamiento periodontal y la enfermedad periodontal desestabiliza la glicemia.   

También se asocian las enfermedades de las encías con afecciones renales, trastornos cerebrovasculares y determinadas complicaciones del embarazo, como un parto prematuro y bajo peso al nacer.

Factores de riesgo de la enfermedad periodontal

Si ya conoces qué es la enfermedad periodontal, debes saber también sus factores de riesgo para prevenir esta patología.

El estilo de vida puede convertirse en un factor de riesgo para la salud periodontal debido al consumo de alimentos inadecuados, a la falta de ejercicio, el consumo de alcohol y a otras sustancias.

El tabaquismo es el factor de riesgo principal, que afecta a la prevalencia y progresión de las periodontitis e interfiere con la cicatrización de los tejidos. Puede ser un factor etiológico directo en la progresión de una lesión estable de gingivitis a una enfermedad destructiva.

Otro de los motivos por los que aparece la enfermedad periodontal es la predisposición genética.  El genotipo tiene un papel importante en la susceptibilidad a la periodontitis. El riesgo de pérdida dental es significativamente alto si se combina con el consumo de tabaco.

Seguir una inadecuada higiene oral es otro de los factores de riesgo más extendidos. El apiñamiento dental y otros problemas de malposición dentaria pueden dificultar la realización de una completa limpieza oral diaria, provocando un alto riesgo de padecer patologías periodontales.

Embarazo y enfermedad periodontal

Las variaciones hormonales que experimentan las mujeres durante la pubertad, menstruación, embarazo y menopausia, en la terapia de reemplazo hormonal y en el uso de anticonceptivos orales producen cambios significativos a nivel del periodonto, especialmente si existe inflamación gingival provocada por placa bacteriana preexistente.

La gingivitis del embarazo es muy común y afecta a entre un 60-75% de las mujeres embarazadas. Los signos de la enfermedad comienzan durante el segundo mes de gestación y alcanzan su pico máximo en el octavo mes.

Estos problemas orales se han relacionado con el peso bajo del bebé y el nacimiento prematuro. Las mujeres embarazadas deben someterse al tratamiento inmediato de la enfermedad periodontal para reducir el riesgo de complicaciones prenatales y postnatales.

Tratamiento de las enfermedades de las encías

El tratamiento de las enfermedades periodontales varía en función del estado de avance de la patología. El dentista se encargará de realizar una evaluación y pautar el plan de tratamiento más indicado.

Si la enfermedad se encuentra en un periodo inicial, es necesario eliminar las bacterias acumuladas mediante una profilaxis profesional, realizada por profesionales como el dentista o el higienista dental.

En el caso de la periodontitis, el tratamiento suele organizarse en dos fases. En la fase básica se eliminan las bacterias periodontales mediante el raspado y alisado radicular. En enfermedades cuyo estado es más grave se considerará acceder a las bolsas periodontales profundas realizando una cirugía periodontal. A veces, en este tipo de fases se aplican técnicas de regeneración ósea. Si las encías están muy retraídas puede llevarse a cabo una cirugía periodontal con injertos para cubrir la parte que se ha perdido tras su deterioro.

Es necesario instruir a los pacientes sobre qué es la enfermedad periodontal para que adquieran hábitos de higiene oral adecuados, abandonen el hábito tabáquico y puedan prevenir que la afección periodontal vuelva a manifestarse. 

Naturaleza del tratamiento y limitaciones

Previa anestesia, se realiza una incisión y despegamiento de la encía para poder acceder al hueso y a la parte más baja de las raíces. Se raspan y alisan la totalidad de las superficies de las raíces, ahora, a cielo abierto, completamente visibles. Si fuera necesario, se realiza la regularización de la forma del hueso y de la encía.

En las técnicas quirúrgicas resectivas se eliminan o corrigen, según el caso, los engrosamientos e hipertrofias de los tejidos blandos no remisibles previsiblemente de manera espontánea, y las irregularidades óseas que dificulten una morfología de la encía cicatrizada adecuadamente para realizar una correcta higiene oral.

Finalidad

Aliviar o detener la evolución de la enfermedad periodontal.

Objetivos

Exponer las raíces en la parte profunda de las bolsas para permitir o facilitar su raspado y alisado «a cielo abierto» en los lugares inaccesibles mediante el raspado-alisado convencional.

Reducir la profundidad de las bolsas, mediante escisión de hipertrofias o reinserción (recolocación) de la encía a su nivel apropiado.

Regularizar la superficie de las raíces, para facilitar la adhesión de la encía.

Crear una morfología ósea y gingival favorable, alrededor y entre las raíces.

Regenerar el hueso especialmente en cráteres situados alrededor de algunas raíces dentarias.

Contraindicaciones y advertencias importantes

El tratamiento quirúrgico de la enfermedad periodontal no está indicado en pacientes descuidados en su higiene oral o en la preocupación por su salud , en grandes fumadores , en diabéticos descompensados (especialmente las técnicas regenerativas), corticoprivos (enfermedad y síndrome de Addison) inmunodeprimidos , agranulocitosis , leucosis , infecciones sistémicas , coagulación deficiente y defectos de cicatrización.


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Finalidad de la fase básica

La finalidad del tratamiento para la gingivitis es aliviar o detener la evolución de la enfermedad periodontal.

Objetivos de la base básica

– Eliminar los contaminantes (el cálculo, la placa bacteriana y el cemento –un tejido dentario que envuelve las raíces– contaminado) adheridos a la superficie de las raíces dentarias.

– Alisar las superficies de dichas raíces para facilitar la adhesión de la encía al diente.

– Reducir las bolsas periodontales a una profundidad fisiológica o normal para que Vd. pueda mantener con una correcta técnica de cepillado el surco crevicular .

Naturaleza del tratamiento de la enfermedad periodontal y limitaciones del mismo

– El raspado-alisado radicular no garantiza la remisión o reducción suficiente de las bolsas, por lo que puede ser necesaria su repetición.

– La regeneración de los tejidos dañados o perdidos anteriormente es excepcional y en todo caso muy limitada (nunca completa).

– Importante: Le recordamos que el tratamiento de la enfermedad periodontal no es curativo definitivamente , por lo que Vd. necesitará un tratamiento de mantenimiento crónico a base de:

              I.        profilaxis (limpiezas) periódicas.

             II.        ocasionales repeticiones del tratamiento

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La sedación y anestesia dental ayudan a que las visitas al dentista sean más cómodas y relajadas. A la hora de administrarlos, el dentista tiene en cuenta el historial médico del paciente, posibles alergias, medicaciones que toma actualmente y su historia clínica. Hay diferentes tipos de sedación y anestesia que explicaremos a continuación.

Anestesia local

La anestesia local es un tipo de anestésico que evita el dolor en una zona concreta de la cavidad bucal, ya que bloquea los nervios que transmiten el dolor.

El efecto de la anestesia local puede durar varias horas, por lo que muy probablemente, tras el procedimiento, la zona siga adormecida y el paciente deba tener cuidado de no hacerse daño involuntariamente.

Sedación

La sedación reduce la consciencia para aliviar el dolor y la ansiedad, favorece la cooperación del paciente e incrementa su tolerancia frente a tratamientos largos.

En odontología se utiliza frecuentemente la sedación consciente, una técnica que consigue que el paciente entre en un estado de relajación y bienestar, pero sin perder el conocimiento en ningún momento. Existen dos técnicas de sedación consciente: la inhalatoria y la intravenosa.

Sedación consciente inhalatoria

En la sedación consciente inhalatoria, el paciente respira óxido nitroso a través de una mascarilla. De esta manera, se facilita el trabajo del dentista y se puede realizar el tratamiento con total normalidad. Unos minutos más tarde, el paciente vuelve a su estado habitual. Este procedimiento es totalmente seguro pero requiere que el profesional que lo administra tenga formación en la materia.

Sedación consciente intravenosa

La sedación consciente intravenosa se usa en tratamientos largos y complejos. Además, para practicar este tipo de anestesia es necesario que la administre un anestesista profesional que controle la dosis que el paciente necesita, así como las constantes vitales.

Por último, la anestesia general existe en odontología, pero solo se usa en situaciones excepcionales. Este tipo de anestesia supone la pérdida total de la consciencia y permite que el paciente permanezca dormido, con los músculos relajados y sin sentir dolor.

En este artículo el paciente encuentra un documento con toda la información sobre los tratamientos presentados en esta página web. 

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