• Responde en una carta al requerimiento realizado por el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, en la que solicitaba urgentemente tomar las medidas necesarias ante la proliferación de casos de intrusismo.
  • La levedad de las sanciones contempladas en el Código Penal para este tipo de delitos tan graves no consigue el fin disuasorio previsto.

Madrid, 26 de febrero 2018.- A principios de febrero, el presidente del Consejo General de Dentistas, el Dr. Óscar Castro Reino, envió una carta al Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar, en la que pedía su apoyo para luchar contra los delitos por intrusismo profesional promoviendo las medidas que estimara oportunas y ofreciéndole “la plena colaboración” de la Organización Colegial.

La Fiscalía General del Estado ya ha respondido por escrito a la misiva, asegurando que “ejercerá las pertinentes acciones penales y civiles en su caso frente a cualquier acto de intrusismo penalmente relevante, a cuyos efectos pueden remitir cuantas denuncias por hechos concretos consideren procedentes”.

El Dr. Óscar Castro celebra la buena disposición de la Fiscalía, puesto que las personas que comenten delitos por intrusismo profesional ponen “en grave peligro” la salud de la ciudadanía y deberían ser castigados con penas verdaderamente disuasorias: “Hay intrusos reincidentes a los que les sale rentable delinquir periódicamente, ya que las sanciones contempladas en el Código Penal para este tipo de delitos son muy leves”, añade el Dr. Castro.

En este sentido, el máximo responsable de la Organización Colegial ha vuelto a destacar “el encomiable trabajo que llevan a cabo los colegios oficiales de dentistas denunciando los casos de intrusismo profesional con el objetivo de defender a los pacientes y a la propia profesión”, y asegura que “seguiremos trabajando para erradicar esta lacra y velar por la salud de los ciudadanos”. 

26-2-2018 La Fiscalía General del Estado asegura que emprenderá todas las acciones legales necesarias contra los delitos de intrusismo profesional