Este protocolo es de aplicación cuando existe un defecto óseo que necesite ser rellenado con hueso nuevo. Se utilizan los sustitutos óseos o injertos que, mediante diferentes mecanismos de conducción o neoformación ósea, van a llegar a reconstruir el defecto óseo.
No existe ninguna técnica descrita ideal para reconstruir un defecto óseo concreto. Se pueden barajar distintas posibilidades de obtención del sustituto óseo, que dependiendo de su origen, estructura y modo de acción.