Los antibióticos betalactámicos son los de uso más frecuente en patología infecciosa en base a su eficacia, espectro y seguridad. En ocasiones, su prescripción está limitada por las resistencias bacterianas y por la aparición de reacciones adversas, entre las que destacan especialmente las de hipersensibilidad. La alergia a la penicilina –el principal representante de los antibióticos betalactámicos– es la más común entre los casos descritos de alergia a medicamentos, si bien en la mayoría de los pacientes que refieren antecedentes de una reacción adversa a la penicilina, no se confirma la existencia de alergia tras la realización de las pertinentes pruebas cutáneas.