En general, se considera que el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal solo puede alterarse si la dosis diaria es de al menos 10 mg de prednisolona (vía oral) o su equivalente (Tabla 1), en cuyo caso se recomienda la administración de suplementación corticoidea en determinadas circunstancias (Tabla 2).
El consumo regular de corticoides durante 30 días ya se considera un período de tiempo suficientemente largo para justificar la suplementación. Si la duración se prolonga más de 4 años aumenta sustancialmente el riesgo de una crisis adrenal aguda. Con regímenes de administración intermitentes (ej. días alternos) no se considera necesaria la suplementación.
Aunque se estima que el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal se recupera por completo a los 3 meses de interrupción de la terapia corticoidea, se ha sugerido que en los pacientes que han recibido tratamiento en los últimos 12 meses podría administrarse una dosis oral simple matutina de corticoides el día de la intervención (similar a la que recibían regularmente). Los pacientes que consumen corticosteroides por vía tópica o inhalatoria no precisan suplementación.
La mayoría de los autores no consideran necesaria la suplementación antes de un procedimiento odontológico rutinario de carácter preventivo (como tartrectomías o selladores de fisuras), restaurador (como obturaciones o endodoncias) o rehabilitador (como la toma de impresiones o el tallado de dientes pilares), aunque las sesiones no deben superar 1 hora de duración. No existe un posicionamiento unánime en relación a los procedimientos quirúrgicos, pero hasta la fecha aún prevalece la tendencia a prescribir dichos suplementos (Tabla 2).