En la Asamblea General de la FEDCAR, celebrada el pasado 28 de noviembre de 2014 en París, y a la que asistió el Dr. López-Andrade en representación del Consejo General, se analizó la situación de nuestra profesión a nivel europeo.
Contó con la presencia de 2 miembros del Parlamento Europeo. Uno de ellos, el Dr. Andras Zsigmond de Hungría, quien informó sobre la situación actual del futuro carnet profesional europeo, que unido al sistema informático de intercomunicación europeo, llamado IMI, ayudará a que cada profesional sanitario tenga reflejados en él todos sus datos, tanto académicos y de formación continuada, como de posibles sanciones, expedientes, procesos judiciales, etc. Toda esta información permitirá la existencia de un Mecanismo de Alerta entre todos los países de la Unión Europea para que en caso de desplazamiento de un profesional de un país a otro, el país receptor esté absolutamente al día de su situación profesional.
Otra europarlamentaria, la Dra. Caroline Hager del Reino Unido, informó de que la Comisión Europea, tras analizar la situación actual de la Formación Continuada Posgraduada en 31 países, ha observado que en casi todos es obligatoria, siendo simplemente recomendada en Suecia, Noruega, Grecia y España. Parece ser que en los países donde es obligatoria, la calidad asistencial es mayor.
También se contó con la presencia de la Secretaria General de la ADEE (Asociación para la Educación Dental en Europa), que agrupa a 180 Facultades de Odontología europeas, más del 80% de las existentes. Tras haber inspeccionado 44 centros de distintos países, están llegando a la conclusión de que quizá los conocimientos a adquirir durante la Licenciatura de Odontología deban llevar más bien a adquirir competencias que a superar materias a estudiar.
Por último, se presentó un plan de acción conjunto europeo en el que 7 países se están encargando de analizar las necesidades asistenciales actuales y futuras de algunas profesiones sanitarias, entre las que se encuentra la Odontología. Aunque es un estudio que durará hasta 2016, entre sus conclusiones iniciales está la de crear un numerus clausus europeo.