La designación de España como sede del Congreso 2017 de la Federación Dental Internacional (FDI) ha supuesto la aparición de una luz al final de un túnel en el que nos había metido la crisis económica, social y profesional que ha asolado nuestra profesión durante estos últimos años.
Esta excelente noticia tiene además una serie de consecuencias para nuestra profesión que no debemos olvidar:
En primer lugar, supone el reconocimiento de las acciones políticas y profesionales que el Consejo General de Dentistas ha desarrollado a nivel internacional durante los últimos años, acciones e iniciativas, que por cierto, no siempre han sido comprendidas por todos.
En segundo lugar, representa una respuesta a las políticas de cohesión interterritorial que ha puesto en marcha este Comité Ejecutivo, y que ha facilitado la unanimidad en el proyecto y en una designación de la que todos, sin exclusiones, nos debemos sentir orgullosos, ya que es nuestro país y no un determinado territorio, quién organiza el evento.