La boca es el lugar del cuerpo por el que se introduce el tabaco en nuestro organismo. Está claro que las manifestaciones de la droga allí deben ser evidentes. Vamos a tratar de describir las más importantes y a hablar un poco sobre la responsabilidad de los dentistas en la prevención de este hábito. En nuestras consultas, desde el momento en que un paciente abre la boca para cualquier exploración básica, ya sabemos si fuma o no.
Como profesionales sanitarios, entendemos que tenemos una responsabilidad respecto a los pacientes fumadores, que incluye, por supuesto, el tratamiento de las lesiones producidas por el tabaco, pero también el consejo sanitario tanto en pacientes con lesiones evidentes, como en aquellos que sabemos las van a desarrollar si no dejan de fumar.
Además, gozamos de una posición privilegiada, ya que somos los únicos sanitarios por los que pasa, o debería pasar, toda la población, no sólo la enferma.